Los expertos apuntan a buscar un modelo de secundaria más flexible, disminuir la deserción y promover que los alumnos asistan a clase. Pero ¿con qué nivel egresarán los alumnos?, ¿en qué beneficia a un adolescente que todo sea mas fácil? . Daiana López y Sofía Arnoldi
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jueves, 17 de diciembre de 2009
viernes, 11 de diciembre de 2009
"Juicio a los genocidas en Rosario" (Arnoldi- Lopez)
martes, 24 de noviembre de 2009
ARTÍCULO DEL DIARIO ALEMÁN 'BERLINER TAGEBLATT' SOBRE LA ARGENTINA
La República Argentina es un país de gran belleza y digno de muchos interrogantes que no son fáciles de responder.
Se trata de un país enigmático y misterioso, contradictorio e impredecible. Los argentinos solían ser gente muy culta y consciente de su situación, valoraban sus recursos y más de una vez dieron al mundo un ejemplo con su profunda cultura y su espíritu abierto a todo tipo de diálogo. Cosas que hoy, en pleno siglo XXI han desaparecido sin explicación racional alguna. La vida en la Argentina se ha transformado en algo riesgoso y delicado, algo parecido al 'farwest'. La economía no encuentra un rumbo creíble y la estabilidad política, hoy una vez más, está seriamente comprometida como consecuencia de los recientes y sucesivos gobiernos corruptos e indolentes.
El robo, el vaciamiento del Estado a través de las privatizaciones, la inestabilidad monetaria, el desmantelamiento de sus sistemas de defensa nacional, el muy bajo presupuesto para la educación y la salud pública, la emisión desmedida de moneda, el enorme déficit fiscal encubierto por el gobierno y las estructuras mafiosas que hoy tienen el poder, hacen que no podamos ver en la Argentina más que desconfianza y descreimiento. Ha dejado ya de ser un país creíble y confiable; su contradictoria política exterior (acercamiento peligrosamente comprometido con Venezuela, Ecuador, Cuba y China) disgusta sobremanera a aquellos países de la UE que hasta no hace mucho albergaban esperanzas de que la Argentina sería un país en serio.
Ni siquiera los medios de comunicación argentinos informan la verdad de lo que está aconteciendo: incremento desenfrenado de la inflación, suba cada vez mayor de sus monedas referentes (dólar y euro), imparable tasa de desocupación y subempleo, ingresos cada vez más bajos o estancados en estructuras de paridad propias de hace diez o quince años atrás, y ahora la enorme crisis productivo-institucional del único sector verdaderamente productivo de país: la agricultura. Argentina nunca fue un país industrial; su única y verdadera fuente de subsistencia fue la producción agropecuaria y la exportación de productos primarios.
Los gobernantes actuales pertenecen a un reducido grupo de terroristas de ultra izquierda muy activos en los años ´70 que han instaurado hoy en dicho país un modelo autoritario y meramente electoralista, basado en la corrupción político-sindical que está llevando a este país sudamericano al límite de su propia autodestrucción. La violencia está latente en cada sector que se ve perjudicado por el accionar del gobierno de la Sra. Kirchner y su marido, el ex - presidente que oficia de Primer Ministro de facto, es quien domina la economía y los grupos sindicales y gremiales que operan de forma mafiosa a través de pactos y acuerdos clandestinos que perjudican cualquier acción ciudadana.
Ya es sabido que el gobierno de la Sra. Kirchner no llegará a su término y será violentamente despojada de su cargo a corto plazo por fuerzas civiles integradas por ciudadanos comunes y miembros activos del sector agropecuario. Lo más impactante de toda esta situación, es que los sectores productivos del agro que hoy protestan contra las usurarias y despiadadas retenciones, son grupos que están armados, tan armados como si fueran paramilitares o guerrillas urbanas y de los grandes cordones verdes de las grandes ciudades de ese país (Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Santa Fe, Mendoza y la Patagonia), así como también están armados los grupos leales a la familia gobernante, lo cual nos hace sospechar que el futuro estallido social que se avecina en un corto y mediano plazo entre los argentinos será cruento y sangriento.
Es más que evidente que la Argentina deberá enfrentarse a su propia circunstancia, algo trágico y devastador, algo que los mismos argentinos ignoran porque ni sus propios medios de comunicación se los informan. Y no hablamos de golpe de estado ni de dimisión, sino de rebelión social y civil de sectores que ya muestran cada vez más su comprensible hartazgo e impotencia; sectores que en épocas anteriores pertenecían a la clase media; sectores que fueron los verdaderamente productivos en épocas pasadas y que hoy se encuentran totalmente desprotegidos y atacados sin motivo racional alguno.
Desde la UE observamos con preocupación la paulatina y lenta disolución de la Argentina y su trágica desaparición (que incluye también la ampliación de la zona de exclusión de las Islas Malvinas, lo cual produciría la pérdida de importante territorio del suelo argentino en la Patagonia, y tal plazo venció el 9 de mayo de 2009.).
De ahora en adelante sólo el pueblo argentino tiene en sus manos la decisión de cómo afrontar los acontecimientos que vendrán.
(Artículo del diario 'Berliner Tageblatt', escrito por Ingeborg Hellige )
Traducido por Jordi Serra, Barcelona
La República Argentina es un país de gran belleza y digno de muchos interrogantes que no son fáciles de responder.
Se trata de un país enigmático y misterioso, contradictorio e impredecible. Los argentinos solían ser gente muy culta y consciente de su situación, valoraban sus recursos y más de una vez dieron al mundo un ejemplo con su profunda cultura y su espíritu abierto a todo tipo de diálogo. Cosas que hoy, en pleno siglo XXI han desaparecido sin explicación racional alguna. La vida en la Argentina se ha transformado en algo riesgoso y delicado, algo parecido al 'farwest'. La economía no encuentra un rumbo creíble y la estabilidad política, hoy una vez más, está seriamente comprometida como consecuencia de los recientes y sucesivos gobiernos corruptos e indolentes.
El robo, el vaciamiento del Estado a través de las privatizaciones, la inestabilidad monetaria, el desmantelamiento de sus sistemas de defensa nacional, el muy bajo presupuesto para la educación y la salud pública, la emisión desmedida de moneda, el enorme déficit fiscal encubierto por el gobierno y las estructuras mafiosas que hoy tienen el poder, hacen que no podamos ver en la Argentina más que desconfianza y descreimiento. Ha dejado ya de ser un país creíble y confiable; su contradictoria política exterior (acercamiento peligrosamente comprometido con Venezuela, Ecuador, Cuba y China) disgusta sobremanera a aquellos países de la UE que hasta no hace mucho albergaban esperanzas de que la Argentina sería un país en serio.
Ni siquiera los medios de comunicación argentinos informan la verdad de lo que está aconteciendo: incremento desenfrenado de la inflación, suba cada vez mayor de sus monedas referentes (dólar y euro), imparable tasa de desocupación y subempleo, ingresos cada vez más bajos o estancados en estructuras de paridad propias de hace diez o quince años atrás, y ahora la enorme crisis productivo-institucional del único sector verdaderamente productivo de país: la agricultura. Argentina nunca fue un país industrial; su única y verdadera fuente de subsistencia fue la producción agropecuaria y la exportación de productos primarios.
Los gobernantes actuales pertenecen a un reducido grupo de terroristas de ultra izquierda muy activos en los años ´70 que han instaurado hoy en dicho país un modelo autoritario y meramente electoralista, basado en la corrupción político-sindical que está llevando a este país sudamericano al límite de su propia autodestrucción. La violencia está latente en cada sector que se ve perjudicado por el accionar del gobierno de la Sra. Kirchner y su marido, el ex - presidente que oficia de Primer Ministro de facto, es quien domina la economía y los grupos sindicales y gremiales que operan de forma mafiosa a través de pactos y acuerdos clandestinos que perjudican cualquier acción ciudadana.
Ya es sabido que el gobierno de la Sra. Kirchner no llegará a su término y será violentamente despojada de su cargo a corto plazo por fuerzas civiles integradas por ciudadanos comunes y miembros activos del sector agropecuario. Lo más impactante de toda esta situación, es que los sectores productivos del agro que hoy protestan contra las usurarias y despiadadas retenciones, son grupos que están armados, tan armados como si fueran paramilitares o guerrillas urbanas y de los grandes cordones verdes de las grandes ciudades de ese país (Buenos Aires, Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Santa Fe, Mendoza y la Patagonia), así como también están armados los grupos leales a la familia gobernante, lo cual nos hace sospechar que el futuro estallido social que se avecina en un corto y mediano plazo entre los argentinos será cruento y sangriento.
Es más que evidente que la Argentina deberá enfrentarse a su propia circunstancia, algo trágico y devastador, algo que los mismos argentinos ignoran porque ni sus propios medios de comunicación se los informan. Y no hablamos de golpe de estado ni de dimisión, sino de rebelión social y civil de sectores que ya muestran cada vez más su comprensible hartazgo e impotencia; sectores que en épocas anteriores pertenecían a la clase media; sectores que fueron los verdaderamente productivos en épocas pasadas y que hoy se encuentran totalmente desprotegidos y atacados sin motivo racional alguno.
Desde la UE observamos con preocupación la paulatina y lenta disolución de la Argentina y su trágica desaparición (que incluye también la ampliación de la zona de exclusión de las Islas Malvinas, lo cual produciría la pérdida de importante territorio del suelo argentino en la Patagonia, y tal plazo venció el 9 de mayo de 2009.).
De ahora en adelante sólo el pueblo argentino tiene en sus manos la decisión de cómo afrontar los acontecimientos que vendrán.
(Artículo del diario 'Berliner Tageblatt', escrito por Ingeborg Hellige )
Traducido por Jordi Serra, Barcelona
miércoles, 11 de noviembre de 2009
"Historia de la radiofonía argentina" (Arnoldi- Lopez)
Para comenzar, una breve reseña histórica acerca del surgimiento de las emisoras, o las primeras emisiones realizadas en radio. En 1896, Marconi, un joven italiano, obtuvo la primera patente del mundo sobre la radio. Los equipos que empleaba eran: como emisor un generador de chispas de muy alta tensión que conectaba por un extremo a una gran antena no sintonizada y por el otro a tierra, con lo que producía algo que se podría definir como "ruido electromagnético" en un amplio margen de frecuencias más que ondas de radio, de una frecuencia concreta. Como receptor usaba un cohesor, tampoco de su invención, que consistía en un pequeño recipiente de vidrio lleno de limaduras de metal. Comenzada la primera guerra mundial, en 1914, la radio crece con fines bélicos, a la fuerza podríamos decir, y de manera cerrada.
El 27 de agosto de 1920 se realiza la primera transmisión de radio en Argentina. Lo cierto es que 4 médicos argentinos (Luís Romero Carranza, César Guerrico, Miguel Mujica y Enrique Susini) amantes de la ópera, inauguraron el nuevo medio de comunicación desde la terraza del Teatro Coliseo (Buenos Aires), con la transmisión en vivo de un espectáculo de opera. La gente comenzó a llamarlos “los locos de la azotea”. A partir de aquí y con el tiempo, la radio fue evolucionando en todos sus aspectos.
En un primer momento las transmisiones solo podían escucharse con auriculares, lo q no permitía que el medio fuera familiar o un momento compartido como lo fue después. Para suceder a este mecanismo de comunicación “individual” se implementaron mas adelante los parlantes, por lo que el medio quedaba constituido como “social”. La radio fue testigo de varios eventos deportivos, como por ejemplo: el 14 de septiembre de 1923 se transmitió una pelea de boxeo a nivel mundial, entre Luis Angel Firpo y Jack Dempsey. Éste último fue el gran ganador. Otro ejemplo de evento deportivo en la radio es el del partido de fútbol que se jugó entre la selección uruguaya y argentina en el estadio de Barracas. Siguiendo esta línea temporal podemos recordar, destacar que en 1927 comenzó la lectura de diarios en radio, ya que antes eran teatralizadas las noticias. En ese mismo año, la Radio Nacional es comprada por Jaime Yankelevich, un empresario que también mas adelante va advertir la importancia de la televisión y pasa a ser dueño de LR3 Televisión, Radio Belgrano y Canal 7. Al tiempo, éste realizó un concurso por radio para darle un nuevo nombre a la misma, a partir de 1933 comienza a llamarse LR 3 Radio Belgrano.
En los comienzos del medio, las familias y vecinos se juntaban a escuchar la radio. Al pasar el tiempo, aparecieron los “radioteatros”, populares por su gran capacidad de transmisión y entretenimiento. La gente los seguía como nosotros hoy las novelas o las series, eran de gran atracción para el público. Llegaron muy rápido al corazón de los oyentes y modificó sus rutinas y costumbres. El primer radioteatro se tituló “Una obra en la Pampa”, era de carácter folklórico. Existían de los distintos géneros conocidos. Para Alberto Migré, este era un espacio para imaginar, la radio en sí se prestaba a la imaginación.
En la década del `40 los programas de radio eran transmitidos casi todos en vivo y no se utilizaban grabaciones. Más adelante comienzan a aparecer éstas, siendo más fácil poder cubrir notas y realizar la producción de otro programa mientras el otro está en vivo. También era dificultosa su transmisión en vivo por el hecho de que no había más que un estudio y no querían que se perdiera la continuidad de la programación. Para el año 1937 nace Radio del Estado y, para el año 1944 la esposa del Presidente Gral. Juan Domingo Perón, joven actriz, contaba con tres programas en Radio Belgrano. Más tarde se crea en la ciudad de Buenos Aires el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica, lo que sería la escuela de locutores y permitiría tener una formación más sólida y conocimientos más amplios a los fanáticos por el oficio. Ya para la década del 50 era común, yo diría necesario, tener una radio en cada casa. El canal ya contaba con radioteatro, ciclos humorísticos, noticias y sus secciones musicales.
Hasta aquí podríamos decir que fue la época dorada de la radio “la hija única” de la sociedad, porque el 17 de octubre de 1951 se instala en la sociedad, y para reinar, la televisión. Ésta fue obra de la misma gente de radio que entendidos en el tema de la comunicación, a lo único que se adecuaron fue a la imagen. En un primer momento no se sintió su presencia porque todos ya tenían una radio y adquirir un televisor nuevo no estaba al alcance de todos; pero al poco tiempo el precio del artefacto se devaluó y se popularizó. Esta situación llego a tal punto q los locutores y productores de radio se fueron trasladando a la televisión. En la década del `60 se inauguraron los canales 9 y 13 y, un año después, canal 11. Los avances tecnológicos y la transformación se relacionaron con el nacimiento de una nueva radio, que apoyó su mensaje en dos pilares principales: la música y la información; se privilegió el horario matutino, cediendo a la TV. el reinado de la noche. En esta misma década se cambió en lenguaje de la radio. El nacimiento de los nuevos canales de televisión sacudió al medio radial y generó un gran impacto y crisis.
Cuando se cree que la radio va a quedar atrás por la televisión se da la aparición de un nuevo programa radial: “Fontana Show”, de la mano de Jorge “Cacho” Fontana (comediante), un magazín que abarcaba todos los aspectos: información, vestigio, desacartonamiento, espontaneidad e improvisación. En este espacio se encontraban también dos locutoras que le daban más dinamismo y atracción al programa, se destacaba la espontaneidad e improvisación. Era alucinante la participación de estas mujeres. Con esta innovación, la radio comenzó su nueva etapa. Lo que también marco esta década de la radio fue la búsqueda de nuevas formas para la noticia. En 1961 debutó Bernardo Neustadt con uno de los primeros programas periodísticos matutinos de la radio. Radio Belgrano pensó en “modernizarse”, a partir de esta idea la propuesta fue: “Distraer con seleccionadas manifestaciones musicales e informar desde lo que ocurre u ocurrirá en el acontecimiento universal, hasta los detalles prácticos que convergen a la vida moderna: temperatura, hora, estado de líneas ferroviarias y caminos, plafón de aeropuertos, etc.” En la radio se comenzó a vivir un nuevo clima, mas relajado.
En la década del `70 desaparece la “radio espectáculo” y se inicia el “radio coloquio”. Poco a poco la radio fue superando su complejo de inferioridad en cuanto a la televisión. En esta misma época se inaugura Radio del Plata, junto a radio Continental encarnando un nuevo estilo, menos estridente. También se da la aparición de otro cómico, Héctor Larrea, con su programa “rapidísimo” en Radio El Mundo; al mismo tiempo que el surgimiento de Antonio Carrizo. Éste último, asombraba a los oyentes por sus conocimientos, poseía una cultura general muy amplia, podía hablar de lo que sea con quien sea, hasta el punto de que sus programas no necesitaban cortinas musicales porque le sobraba contenido a los programas. En 1972 los noticieros son el centro de las programaciones radiales. En relación con el formato de los noticieros de entonces (concebidos en base de flashes, tiras noticiosas que pocas veces superaban los 20 segundos) el director artístico de Radio del Plata decía: “el oyente no escucha mucho, por eso una noticia dada por radio no puede ser profunda ni analítica. La heterogeneidad de la audiencia es tremenda, hay gente culta e informada que nos escucha, pero también un marcado número de analfabetos, que a veces escuchan pero no mucho y van persiguiendo la noticia que acaba de pasar ¿qué dijo?”. En el período comprendido en 1976, a partir del golpe de estado, se inició en las radios (que se poblaron de militares en sus niveles de conducción) una larga serie de censuras, cuidados en los mensajes, llamados de atención, levantamiento de programas, clausuras de emisoras, prohibiciones y una inmensa cantidad de temas y personas de los que “por órdenes superiores” no se hablaba.
La radio de 1981 era chata, gris y productora de falsas esperanzas, recargada de programas grabados que al aire parecen todos iguales: una cortina, un texto imaginativo y una música que no siempre tiene que ver con el auspiciante exclusivo. En 1982 cuando ocurrió la tragedia de Malvinas, los locutores fueron obligados a “dibujar” la situación, a transmitir una realidad que no era real. Un año después con el gobierno de Raúl Alfonsin la situación de los medios cambió. La radio de esta época se caracterizó, casi exclusivamente por la información, con la consolidación de grandes periodistas: Santo Biasatti, Magdalena Ruiz Guiñazú, Carlos Rodari, Nestor Ibarra. Más adelante se agrega una novedad a los programas periodísticos: la gente espera la cotización del dólar como si fuera el informe meteorológico, nace y se agiganta el comentarista económico. Mario Pergolini hace su aparición en esta década también. De chico le llamaban la atención Larrea, Fontana y Mareco. Cuenta sus anécdotas de su inicio en el medio a escondidas de su familia y escapándose del colegio para poder entrar la radio. En un principio lo único que decía eran frases como: “lo que acabamos de escuchar fue de…”, nombraba la música utilizada en el programa. Con Alejandro Rozitchner debutó en el programa “Todo Mal” y con Ari Paluch hizo para la FM de Radio Argentina el programa que la Rock and Pop eligió en 1986 como primer espacio hablado: “feedback”. Entre Castelo y Dolina formaron una dupla memorable, en 1937 con “Demasiado tarde para lágrimas”. Otro de los animadores, entretenedores trasgresor fue Lalo Mir, quien fue convocado para hacer un ciclo cuya idea original era “hacer una revista de entretenimientos mañanera con música, chistes y jolgorio. Pero en el formato se empezaron a mezclar otras cosas: desde la información mas criteriosa a la mas loca; desde lo mas cuerdo a lo mas chancho y sobre todo una visión crítica que no habían previsto”. En 1989 Mario Pergolini acapara el 78% de la audiencia con su ciclo “Malas compañías”. Al terminar la década es la televisión la que tiene que tratar de alcanzar a la radio.
En la década del `90 no se registran grandes cambios en la radio. Ya no tenía como propósito superar o alcanzar a la televisión, se da fin a esa competencia tan ardua que tuvo consecuencias positivas porque ambos medios sacaron lo mejor de sí. Se implementan en los programas los concursos para que la gente llame a la radio o mande sus cartas para participar. La radio de los `90 es además la de un ritmo noticioso que no decae las 24 horas, una radio preparada para mentes en fuga permanentes: radio de cosas cortas y separadores musicales, de sensaciones tumultuosas y zapping. Radio para escuchar en la calle con el walkman y en el auto. La radio Belgrano y la Rock and Pop son las radios mas trascendentes. Desde estos años que no se registran revoluciones en la radio y desaparece la “radio de autor”, para pasar a pertenecer a las corporaciones, la radio seria “la hermana menor de…”.
El siglo xxI es el de la radio digital. Las grabaciones comienzan a ser digitalizadas lo que permite un gran avance en la calidad del sonido, sin interferencias ni nada por el estilo. En el año 2004 las radios Continental y Mitre son las primeras en utilizar la digitalización. Para Mario Pergolini éste es un avance positivo por el hecho de que es bueno que cada uno pueda tener acceso a algo que le gustó o armar su propia compilación. En estos años se puede decir que re-aparece el radioteatro de la mano de Fernando Peña, locutor con una impresionante ductilidad vocal en el año 2001. En estos momentos en el programa “Cuál es?” de Pergolini también se puede encontrar al radioteatro de rápida definición y corta duración, adecuado a los tiempos modernos y al hombre y la mujer de hoy en día. Entre otros de los seguidores del radioteatro se encuentra además Quique Pesoa que lo presenta en su programa “Familia Pesoa”. Grandes locutores y fanáticos de la radio afirman que es un medio con grandes posibilidades de crecer.
El 27 de agosto de 1920 se realiza la primera transmisión de radio en Argentina. Lo cierto es que 4 médicos argentinos (Luís Romero Carranza, César Guerrico, Miguel Mujica y Enrique Susini) amantes de la ópera, inauguraron el nuevo medio de comunicación desde la terraza del Teatro Coliseo (Buenos Aires), con la transmisión en vivo de un espectáculo de opera. La gente comenzó a llamarlos “los locos de la azotea”. A partir de aquí y con el tiempo, la radio fue evolucionando en todos sus aspectos.
En un primer momento las transmisiones solo podían escucharse con auriculares, lo q no permitía que el medio fuera familiar o un momento compartido como lo fue después. Para suceder a este mecanismo de comunicación “individual” se implementaron mas adelante los parlantes, por lo que el medio quedaba constituido como “social”. La radio fue testigo de varios eventos deportivos, como por ejemplo: el 14 de septiembre de 1923 se transmitió una pelea de boxeo a nivel mundial, entre Luis Angel Firpo y Jack Dempsey. Éste último fue el gran ganador. Otro ejemplo de evento deportivo en la radio es el del partido de fútbol que se jugó entre la selección uruguaya y argentina en el estadio de Barracas. Siguiendo esta línea temporal podemos recordar, destacar que en 1927 comenzó la lectura de diarios en radio, ya que antes eran teatralizadas las noticias. En ese mismo año, la Radio Nacional es comprada por Jaime Yankelevich, un empresario que también mas adelante va advertir la importancia de la televisión y pasa a ser dueño de LR3 Televisión, Radio Belgrano y Canal 7. Al tiempo, éste realizó un concurso por radio para darle un nuevo nombre a la misma, a partir de 1933 comienza a llamarse LR 3 Radio Belgrano.
En los comienzos del medio, las familias y vecinos se juntaban a escuchar la radio. Al pasar el tiempo, aparecieron los “radioteatros”, populares por su gran capacidad de transmisión y entretenimiento. La gente los seguía como nosotros hoy las novelas o las series, eran de gran atracción para el público. Llegaron muy rápido al corazón de los oyentes y modificó sus rutinas y costumbres. El primer radioteatro se tituló “Una obra en la Pampa”, era de carácter folklórico. Existían de los distintos géneros conocidos. Para Alberto Migré, este era un espacio para imaginar, la radio en sí se prestaba a la imaginación.
En la década del `40 los programas de radio eran transmitidos casi todos en vivo y no se utilizaban grabaciones. Más adelante comienzan a aparecer éstas, siendo más fácil poder cubrir notas y realizar la producción de otro programa mientras el otro está en vivo. También era dificultosa su transmisión en vivo por el hecho de que no había más que un estudio y no querían que se perdiera la continuidad de la programación. Para el año 1937 nace Radio del Estado y, para el año 1944 la esposa del Presidente Gral. Juan Domingo Perón, joven actriz, contaba con tres programas en Radio Belgrano. Más tarde se crea en la ciudad de Buenos Aires el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica, lo que sería la escuela de locutores y permitiría tener una formación más sólida y conocimientos más amplios a los fanáticos por el oficio. Ya para la década del 50 era común, yo diría necesario, tener una radio en cada casa. El canal ya contaba con radioteatro, ciclos humorísticos, noticias y sus secciones musicales.
Hasta aquí podríamos decir que fue la época dorada de la radio “la hija única” de la sociedad, porque el 17 de octubre de 1951 se instala en la sociedad, y para reinar, la televisión. Ésta fue obra de la misma gente de radio que entendidos en el tema de la comunicación, a lo único que se adecuaron fue a la imagen. En un primer momento no se sintió su presencia porque todos ya tenían una radio y adquirir un televisor nuevo no estaba al alcance de todos; pero al poco tiempo el precio del artefacto se devaluó y se popularizó. Esta situación llego a tal punto q los locutores y productores de radio se fueron trasladando a la televisión. En la década del `60 se inauguraron los canales 9 y 13 y, un año después, canal 11. Los avances tecnológicos y la transformación se relacionaron con el nacimiento de una nueva radio, que apoyó su mensaje en dos pilares principales: la música y la información; se privilegió el horario matutino, cediendo a la TV. el reinado de la noche. En esta misma década se cambió en lenguaje de la radio. El nacimiento de los nuevos canales de televisión sacudió al medio radial y generó un gran impacto y crisis.
Cuando se cree que la radio va a quedar atrás por la televisión se da la aparición de un nuevo programa radial: “Fontana Show”, de la mano de Jorge “Cacho” Fontana (comediante), un magazín que abarcaba todos los aspectos: información, vestigio, desacartonamiento, espontaneidad e improvisación. En este espacio se encontraban también dos locutoras que le daban más dinamismo y atracción al programa, se destacaba la espontaneidad e improvisación. Era alucinante la participación de estas mujeres. Con esta innovación, la radio comenzó su nueva etapa. Lo que también marco esta década de la radio fue la búsqueda de nuevas formas para la noticia. En 1961 debutó Bernardo Neustadt con uno de los primeros programas periodísticos matutinos de la radio. Radio Belgrano pensó en “modernizarse”, a partir de esta idea la propuesta fue: “Distraer con seleccionadas manifestaciones musicales e informar desde lo que ocurre u ocurrirá en el acontecimiento universal, hasta los detalles prácticos que convergen a la vida moderna: temperatura, hora, estado de líneas ferroviarias y caminos, plafón de aeropuertos, etc.” En la radio se comenzó a vivir un nuevo clima, mas relajado.
En la década del `70 desaparece la “radio espectáculo” y se inicia el “radio coloquio”. Poco a poco la radio fue superando su complejo de inferioridad en cuanto a la televisión. En esta misma época se inaugura Radio del Plata, junto a radio Continental encarnando un nuevo estilo, menos estridente. También se da la aparición de otro cómico, Héctor Larrea, con su programa “rapidísimo” en Radio El Mundo; al mismo tiempo que el surgimiento de Antonio Carrizo. Éste último, asombraba a los oyentes por sus conocimientos, poseía una cultura general muy amplia, podía hablar de lo que sea con quien sea, hasta el punto de que sus programas no necesitaban cortinas musicales porque le sobraba contenido a los programas. En 1972 los noticieros son el centro de las programaciones radiales. En relación con el formato de los noticieros de entonces (concebidos en base de flashes, tiras noticiosas que pocas veces superaban los 20 segundos) el director artístico de Radio del Plata decía: “el oyente no escucha mucho, por eso una noticia dada por radio no puede ser profunda ni analítica. La heterogeneidad de la audiencia es tremenda, hay gente culta e informada que nos escucha, pero también un marcado número de analfabetos, que a veces escuchan pero no mucho y van persiguiendo la noticia que acaba de pasar ¿qué dijo?”. En el período comprendido en 1976, a partir del golpe de estado, se inició en las radios (que se poblaron de militares en sus niveles de conducción) una larga serie de censuras, cuidados en los mensajes, llamados de atención, levantamiento de programas, clausuras de emisoras, prohibiciones y una inmensa cantidad de temas y personas de los que “por órdenes superiores” no se hablaba.
La radio de 1981 era chata, gris y productora de falsas esperanzas, recargada de programas grabados que al aire parecen todos iguales: una cortina, un texto imaginativo y una música que no siempre tiene que ver con el auspiciante exclusivo. En 1982 cuando ocurrió la tragedia de Malvinas, los locutores fueron obligados a “dibujar” la situación, a transmitir una realidad que no era real. Un año después con el gobierno de Raúl Alfonsin la situación de los medios cambió. La radio de esta época se caracterizó, casi exclusivamente por la información, con la consolidación de grandes periodistas: Santo Biasatti, Magdalena Ruiz Guiñazú, Carlos Rodari, Nestor Ibarra. Más adelante se agrega una novedad a los programas periodísticos: la gente espera la cotización del dólar como si fuera el informe meteorológico, nace y se agiganta el comentarista económico. Mario Pergolini hace su aparición en esta década también. De chico le llamaban la atención Larrea, Fontana y Mareco. Cuenta sus anécdotas de su inicio en el medio a escondidas de su familia y escapándose del colegio para poder entrar la radio. En un principio lo único que decía eran frases como: “lo que acabamos de escuchar fue de…”, nombraba la música utilizada en el programa. Con Alejandro Rozitchner debutó en el programa “Todo Mal” y con Ari Paluch hizo para la FM de Radio Argentina el programa que la Rock and Pop eligió en 1986 como primer espacio hablado: “feedback”. Entre Castelo y Dolina formaron una dupla memorable, en 1937 con “Demasiado tarde para lágrimas”. Otro de los animadores, entretenedores trasgresor fue Lalo Mir, quien fue convocado para hacer un ciclo cuya idea original era “hacer una revista de entretenimientos mañanera con música, chistes y jolgorio. Pero en el formato se empezaron a mezclar otras cosas: desde la información mas criteriosa a la mas loca; desde lo mas cuerdo a lo mas chancho y sobre todo una visión crítica que no habían previsto”. En 1989 Mario Pergolini acapara el 78% de la audiencia con su ciclo “Malas compañías”. Al terminar la década es la televisión la que tiene que tratar de alcanzar a la radio.
En la década del `90 no se registran grandes cambios en la radio. Ya no tenía como propósito superar o alcanzar a la televisión, se da fin a esa competencia tan ardua que tuvo consecuencias positivas porque ambos medios sacaron lo mejor de sí. Se implementan en los programas los concursos para que la gente llame a la radio o mande sus cartas para participar. La radio de los `90 es además la de un ritmo noticioso que no decae las 24 horas, una radio preparada para mentes en fuga permanentes: radio de cosas cortas y separadores musicales, de sensaciones tumultuosas y zapping. Radio para escuchar en la calle con el walkman y en el auto. La radio Belgrano y la Rock and Pop son las radios mas trascendentes. Desde estos años que no se registran revoluciones en la radio y desaparece la “radio de autor”, para pasar a pertenecer a las corporaciones, la radio seria “la hermana menor de…”.
El siglo xxI es el de la radio digital. Las grabaciones comienzan a ser digitalizadas lo que permite un gran avance en la calidad del sonido, sin interferencias ni nada por el estilo. En el año 2004 las radios Continental y Mitre son las primeras en utilizar la digitalización. Para Mario Pergolini éste es un avance positivo por el hecho de que es bueno que cada uno pueda tener acceso a algo que le gustó o armar su propia compilación. En estos años se puede decir que re-aparece el radioteatro de la mano de Fernando Peña, locutor con una impresionante ductilidad vocal en el año 2001. En estos momentos en el programa “Cuál es?” de Pergolini también se puede encontrar al radioteatro de rápida definición y corta duración, adecuado a los tiempos modernos y al hombre y la mujer de hoy en día. Entre otros de los seguidores del radioteatro se encuentra además Quique Pesoa que lo presenta en su programa “Familia Pesoa”. Grandes locutores y fanáticos de la radio afirman que es un medio con grandes posibilidades de crecer.
viernes, 28 de agosto de 2009
"Contexto histórico" (Daiana Lopez)
Contexto histórico en el que sucedieron los hechos de “Operación masacre”
Rodolfo Walsh nació el 9 de enero de 1927, en la localidad de Choele-Choel, en la provincia de Río Negro. Su nombre integra desde el 25 de marzo de 1977 la larga lista de desaparecidos durante la dictadura militar iniciada en 1976. A fines del año 1956 Rodolfo comenzó a investigar acerca de la masacre ocurrida la noche del 9 de junio. Lo que llamó a la motivación de éste fue la frase “hay un fusilado que vive”, palabras que escuchó en un bar jugando al ajedrez.
En 1955 se produce un levantamiento armado en la ciudad de Cordoba, su objetivo principal era derrocar al Presidente Constitucional de la República, General Juan Domingo Perón. El Presidente, le envió una nota al Ministro de Guerra, General Franklin Lucero en la que solicitaba llegar a un acuerdo con los jefes rebeldes para evitar la peor de las sangrías. Al no lograr su cometido, Perón presentó su renuncia como Presidente y al carecer de toda garantía, el 20 de septiembre embarcó rumbo a Paraguay. Asumió el gobierno el general Eduardo Lonardi. Durante su gobierno surgieron enfrentamientos en el interior de la alianza golpista. Comenzó con discursos e ideologías que no eran apoyadas ni compartidas por los grandes capitalistas que habían apoyado al golpe; tampoco contaba con el apoyo de otros jefes. En noviembre de 1955, Lonardi fue obligado a renunciar y lo reemplazó el general Pedro Aramburu. Entre 1955 y 1958 se registró un estancamiento del sector industrial. Se inhabilitaron a todos los dirigentes políticos y gremiales que hubieran participado en el gobierno de Perón y muchos de ellos fueron encarcelados.
Lo que se denominó "Revolución libertadora" pasó a ser "revolución fusiladora" dados los hechos que comenzaron a sucederse. El odio encegueció a los circunstanciales vencedores. El país perdió totalmente la seguridad social, creciendo las villas miserias. Las medidas represivas y la prohibición de mencionar los nombres de Eva y Perón provocaron la reacción de los peronistas. Muchos comenzaron a organizar comandos de resistencia, con el fin de oponerse al gobierno y lograr el retorno de su líder. Así llegamos a la noche del 9 de junio y la masacre ocurrida en José León Suárez. Aramburu e Isaac Rojas, sabían lo de la conspiración (cívico-militar) con antelación, por lo que la noche del 8 de junio de 1956 fueron apresados cientos de dirigentes gremiales para restar base social al enfrentamiento. Pudo haberla abortado pero prefirió dejarla avanzar para aplicar un severo "escarmiento". Por esta razón, el general Aramburu— quien había viajado en avión, el 8 de junio a Santa Fe— había dejado firmado el decreto de Ley Marcial, pero su promulgación se demorará para esperar el levantamiento. Los sublevados habían previsto leer la "proclama revolucionaria", a las 23 del 9 de junio. La instrucción a los insurrectos para lanzarse a la acción debía ser escuchar una pelea por radio en el Luna Park, de Buenos Aires. El propósito de los rebeldes era llamar a elecciones en la brevedad posible y exigían la preservación del patrimonio nacional pero no mencionaban nada respecto a Peron. Aunque un grupo de peronistas, individualmente, se unieron a la conspiración.
Los levantamientos fueron entre las 22 y las 24 del 9 de junio. El gobierno establece a las 0:32 del 10 de junio la Ley Marcial. Es decir, que para aplicar la Ley Marcial a los sublevados ésta debía ser aplicada con retroactividad al delito cometido, violando el principio legal de la irretroactividad de la ley penal. Pocas horas después, firman el decreto 10.363 que ordena fusilar a quienes violen la Ley Marcial. La masacre por fusilamiento estaba decidida por el gobierno de Aramburu. Horas más tarde de producen fusilamientos en los basurales de José León Súarez, la policía bonaerense, a cargo del Teniente Coronel Desiderio Fernández Súarez le ordena al jefe de la Regional San Martín, Comisario Rodolfo Rodríguez Moreno, que ejecute, con armas cortas, a 12 civiles, de los cuales siete logran huir pero cinco mueren. Uno de los sobrevivientes, Juan Carlos Livraga, será el "fusilado que vive" que permite a Walsh reconstruir la historia.
Hubo levantamientos en distintos puntos del país y todos ellos fueron detenidos por la policía y los militares, ocurriendo la muerte de 31 personas entre asesinatos y fusilamientos. Entre ellos el general Valle, lo que dio por terminada este incipiente levantamiento popular.
Rodolfo Walsh, luego de su encuentro con un sobreviviente de los fusilamientos, Juan Carlos Livraga, de José León Suárez, escribió un libro sobre esos hechos, en el cual escribiría: "Esta es la historia que escribo en caliente y de un tirón, para que no me ganen de mano, pero que después se me va arrugando día a día en un bolsillo porque la paseo por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar y casi ni enterarse". En ese mismo año (1957) dio a conocer Operación Masacre, con el subtítulo "Un Proceso Que No Ha Sido Clausurado" de Ediciones Sigla, una pieza de investigación periodística precursora del "nuevo Periodismo" que posteriormente fue llevada al cine. La obra está compuesta de de tres partes y un Prólogo. La primera parte es la de “las personas”, la segunda es la de “los hechos” y la tercera es “la evidencia”. Al final de las tres partes se encuentra un capítulo llamado “apéndices” (de la primera edición, marzo de 1957).
Rodolfo Walsh nació el 9 de enero de 1927, en la localidad de Choele-Choel, en la provincia de Río Negro. Su nombre integra desde el 25 de marzo de 1977 la larga lista de desaparecidos durante la dictadura militar iniciada en 1976. A fines del año 1956 Rodolfo comenzó a investigar acerca de la masacre ocurrida la noche del 9 de junio. Lo que llamó a la motivación de éste fue la frase “hay un fusilado que vive”, palabras que escuchó en un bar jugando al ajedrez.
En 1955 se produce un levantamiento armado en la ciudad de Cordoba, su objetivo principal era derrocar al Presidente Constitucional de la República, General Juan Domingo Perón. El Presidente, le envió una nota al Ministro de Guerra, General Franklin Lucero en la que solicitaba llegar a un acuerdo con los jefes rebeldes para evitar la peor de las sangrías. Al no lograr su cometido, Perón presentó su renuncia como Presidente y al carecer de toda garantía, el 20 de septiembre embarcó rumbo a Paraguay. Asumió el gobierno el general Eduardo Lonardi. Durante su gobierno surgieron enfrentamientos en el interior de la alianza golpista. Comenzó con discursos e ideologías que no eran apoyadas ni compartidas por los grandes capitalistas que habían apoyado al golpe; tampoco contaba con el apoyo de otros jefes. En noviembre de 1955, Lonardi fue obligado a renunciar y lo reemplazó el general Pedro Aramburu. Entre 1955 y 1958 se registró un estancamiento del sector industrial. Se inhabilitaron a todos los dirigentes políticos y gremiales que hubieran participado en el gobierno de Perón y muchos de ellos fueron encarcelados.
Lo que se denominó "Revolución libertadora" pasó a ser "revolución fusiladora" dados los hechos que comenzaron a sucederse. El odio encegueció a los circunstanciales vencedores. El país perdió totalmente la seguridad social, creciendo las villas miserias. Las medidas represivas y la prohibición de mencionar los nombres de Eva y Perón provocaron la reacción de los peronistas. Muchos comenzaron a organizar comandos de resistencia, con el fin de oponerse al gobierno y lograr el retorno de su líder. Así llegamos a la noche del 9 de junio y la masacre ocurrida en José León Suárez. Aramburu e Isaac Rojas, sabían lo de la conspiración (cívico-militar) con antelación, por lo que la noche del 8 de junio de 1956 fueron apresados cientos de dirigentes gremiales para restar base social al enfrentamiento. Pudo haberla abortado pero prefirió dejarla avanzar para aplicar un severo "escarmiento". Por esta razón, el general Aramburu— quien había viajado en avión, el 8 de junio a Santa Fe— había dejado firmado el decreto de Ley Marcial, pero su promulgación se demorará para esperar el levantamiento. Los sublevados habían previsto leer la "proclama revolucionaria", a las 23 del 9 de junio. La instrucción a los insurrectos para lanzarse a la acción debía ser escuchar una pelea por radio en el Luna Park, de Buenos Aires. El propósito de los rebeldes era llamar a elecciones en la brevedad posible y exigían la preservación del patrimonio nacional pero no mencionaban nada respecto a Peron. Aunque un grupo de peronistas, individualmente, se unieron a la conspiración.
Los levantamientos fueron entre las 22 y las 24 del 9 de junio. El gobierno establece a las 0:32 del 10 de junio la Ley Marcial. Es decir, que para aplicar la Ley Marcial a los sublevados ésta debía ser aplicada con retroactividad al delito cometido, violando el principio legal de la irretroactividad de la ley penal. Pocas horas después, firman el decreto 10.363 que ordena fusilar a quienes violen la Ley Marcial. La masacre por fusilamiento estaba decidida por el gobierno de Aramburu. Horas más tarde de producen fusilamientos en los basurales de José León Súarez, la policía bonaerense, a cargo del Teniente Coronel Desiderio Fernández Súarez le ordena al jefe de la Regional San Martín, Comisario Rodolfo Rodríguez Moreno, que ejecute, con armas cortas, a 12 civiles, de los cuales siete logran huir pero cinco mueren. Uno de los sobrevivientes, Juan Carlos Livraga, será el "fusilado que vive" que permite a Walsh reconstruir la historia.
Hubo levantamientos en distintos puntos del país y todos ellos fueron detenidos por la policía y los militares, ocurriendo la muerte de 31 personas entre asesinatos y fusilamientos. Entre ellos el general Valle, lo que dio por terminada este incipiente levantamiento popular.
Rodolfo Walsh, luego de su encuentro con un sobreviviente de los fusilamientos, Juan Carlos Livraga, de José León Suárez, escribió un libro sobre esos hechos, en el cual escribiría: "Esta es la historia que escribo en caliente y de un tirón, para que no me ganen de mano, pero que después se me va arrugando día a día en un bolsillo porque la paseo por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar y casi ni enterarse". En ese mismo año (1957) dio a conocer Operación Masacre, con el subtítulo "Un Proceso Que No Ha Sido Clausurado" de Ediciones Sigla, una pieza de investigación periodística precursora del "nuevo Periodismo" que posteriormente fue llevada al cine. La obra está compuesta de de tres partes y un Prólogo. La primera parte es la de “las personas”, la segunda es la de “los hechos” y la tercera es “la evidencia”. Al final de las tres partes se encuentra un capítulo llamado “apéndices” (de la primera edición, marzo de 1957).
lunes, 8 de junio de 2009
Patrimonio provincial de Chaco salvado!!
"LA FABRIL" FUE DECLARADA PATRIMONIO PROVINCIAL
El "malón" artístico que defendió un edificio histórico en Chaco
Era una vieja fábrica de aceite que se iba a demoler. La salvó una protesta cultural armada en Facebook.
Un grupo de gente que se conoce poco o nada, convocada por mensaje de texto o e-mail, que irrumpe de pronto en un lugar público para hacer algo insólito, divertido y luego se dispersa con la misma velocidad que apareció, sin dejar rastros. Más o menos, eso seria lo que se conoce como flash-mob (multitud instantánea) y que en Buenos Aires se inició con aquella mítica guerra de almohadas en los bosques de Palermo en noviembre de 2006 y siguió teniendo secuelas con distintos grados de convocatoria y creatividad en todo el país.
Pero lo de los "fabrileros", en el Chaco, es realmente novedoso: su performance consiguió que el gobernador Jorge Capitanich, firmara un decreto que declara Patrimonio Histórico Cultural al predio conocido como La fabril, una pequeña ciudadela de cuatro hectáreas y cien años de edad, que fuera una fábrica de aceite y que ya había empezado a ser demolida para construir un barrio.
No sólo se detuvo la destrucción del lugar sino que la empresa constructora -que fue escrachada- ofreció levantar un centro cultural en uno de los edificios que originalmente planeaba tirar abajo.
La movilización comenzó la mañana en que las grúas aparecieron y se canalizó por Facebook. "Ya comenzaron a demoler el silo y es irreversible, pero si no defendemos lo que queda, es posible que pronto vengan por más", decía la invitación al "evento de protesta", que apelaba al efecto bola de nieve y alertaba sobre la no inclusión de los medios masivos de comunicación tradicionales: "avisen a los amigos y a los amigos de los amigos. Pero ojo, no aviven giles. Todo queda en el underground".
Fue así que al día siguiente, a la hora y en el lugar señalados, apareció un malón de artistas y estudiantes, arquitectos, ambientalistas, padres con niños, floggers y comerciantes del barrio, que se atrincheraron en el interior de último silo para convertirlo en sala de conciertos ad-hoc.
Como indicaba la propuesta, llegaron provistos de instrumentos musicales -dime qué tocas y te diré quién eres- y, aprovechando la acústica del lugar, ejecutaron una sonora protesta que derivó en zapada, acompañada por raperos y bailarines de hip hop.
Con todo, la acción más trascendente fue la redacción de un petitorio que iba a ser presentado ante la Comisión Provincial de Patrimonio, que finalmente determinó que el lugar "revistió una importancia trascendental en la vida económica y social del pueblo del Chaco".
El "malón" artístico que defendió un edificio histórico en Chaco
Era una vieja fábrica de aceite que se iba a demoler. La salvó una protesta cultural armada en Facebook.
Un grupo de gente que se conoce poco o nada, convocada por mensaje de texto o e-mail, que irrumpe de pronto en un lugar público para hacer algo insólito, divertido y luego se dispersa con la misma velocidad que apareció, sin dejar rastros. Más o menos, eso seria lo que se conoce como flash-mob (multitud instantánea) y que en Buenos Aires se inició con aquella mítica guerra de almohadas en los bosques de Palermo en noviembre de 2006 y siguió teniendo secuelas con distintos grados de convocatoria y creatividad en todo el país.
Pero lo de los "fabrileros", en el Chaco, es realmente novedoso: su performance consiguió que el gobernador Jorge Capitanich, firmara un decreto que declara Patrimonio Histórico Cultural al predio conocido como La fabril, una pequeña ciudadela de cuatro hectáreas y cien años de edad, que fuera una fábrica de aceite y que ya había empezado a ser demolida para construir un barrio.
No sólo se detuvo la destrucción del lugar sino que la empresa constructora -que fue escrachada- ofreció levantar un centro cultural en uno de los edificios que originalmente planeaba tirar abajo.
La movilización comenzó la mañana en que las grúas aparecieron y se canalizó por Facebook. "Ya comenzaron a demoler el silo y es irreversible, pero si no defendemos lo que queda, es posible que pronto vengan por más", decía la invitación al "evento de protesta", que apelaba al efecto bola de nieve y alertaba sobre la no inclusión de los medios masivos de comunicación tradicionales: "avisen a los amigos y a los amigos de los amigos. Pero ojo, no aviven giles. Todo queda en el underground".
Fue así que al día siguiente, a la hora y en el lugar señalados, apareció un malón de artistas y estudiantes, arquitectos, ambientalistas, padres con niños, floggers y comerciantes del barrio, que se atrincheraron en el interior de último silo para convertirlo en sala de conciertos ad-hoc.
Como indicaba la propuesta, llegaron provistos de instrumentos musicales -dime qué tocas y te diré quién eres- y, aprovechando la acústica del lugar, ejecutaron una sonora protesta que derivó en zapada, acompañada por raperos y bailarines de hip hop.
Con todo, la acción más trascendente fue la redacción de un petitorio que iba a ser presentado ante la Comisión Provincial de Patrimonio, que finalmente determinó que el lugar "revistió una importancia trascendental en la vida económica y social del pueblo del Chaco".
"Pena de muerte en Rosario"
LA MUESTRA
Penas de muerte la muestra- propone un recorrido filoso por los distintos modos de ejecutar a un ser humano. Una pequeña enciclopedia ilustrada de horcas, guillotinas, fusilamientos, electrocuciones, aplastamientos y descuartizamientos: pequeñas delicias de la pena capital. Collages originales que integran el primer libro del artista plástico Mariano Lucano.
"La pena capital o pena de muerte es la ejecución de un prisionero como castigo por un crimen o delito. La expresión proviene del indoeuropeo caput, 'cabeza', a traves del latín capitalis. Desde la creación del código de Hammurabi (Babilonia, 1790-1750, a.C.), las diferentes legislaciones -incluidos los textos sagrados de diversas religiones- contemplan la pena capital como un hecho lícito. A lo largo de la historia estos actos fueron celebrados públicamente. (…) Desde el punto de vista legislativo, la cuestión que debería ser examinada es que, una vez aplicada, la pena de muerte resulta irreversible y, obviamente, irreparable. Al ser eliminado el protagonista, éste ya no es susceptible de ningún tipo de investigación o revisión reparadora posterior."
Mariano Lucano nació en Buenos Aires en 1968. Es diseñador gráfico (UBA, 1995) y fundador y codirectorde la Revista Barcelona. En el terreno de las artes plásticas ha realizado cursos con José Marchi, Eduardo Ferro, Carlos Garaycochea, Carlos Nine y Fernando Bedoya. Fue Jefe de Arte de las revistas La Maga y La García. Publicó sus trabajos en Visión Latinoamericana, Playboy , Trespuntos, Latido, Nueva y Abuela de Plaza de Mayo.
Ilustró libros para las editoriales Agón, Troquel, Santillana, Alfaguara , Scanpress, Norma y Aike. Diseñó la tapa del disco Pocketpop, de María Gabriela Epumer y el juego Teg la Revancha . Endiciembre de 2001 recibió el Premio Adepa (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) por sus trabajos en la revistas Nueva y La Maga.
-El montaje de grabados hace acordar a los collages surrealistas de Max Ernst.
-Sí, pero la cosa de la máquina es más dadaísta que surrealista. El surrealismo, quizás por culpa de Dalí, tiene una imagen más blanda. Y el Dadá no, es máquina y es máquina atroz. Dadá no propone cómo construir, sino destruir. Los dadaístas hacían máquinas porque pensaban que la máquina había llevado a la humanidad a la Primera Guerra Mundial.
-Y justamente en 1916, cuando la gran cantidad de bajas de la ofensiva del Somme puso a la opinión pública europea contra aquella guerra, fue que Kafka escribió y leyó en público en Munich su famoso cuento sobre una máquina de suplicio y muerte, "En la colonia penitenciaria".
Penas de muerte la muestra- propone un recorrido filoso por los distintos modos de ejecutar a un ser humano. Una pequeña enciclopedia ilustrada de horcas, guillotinas, fusilamientos, electrocuciones, aplastamientos y descuartizamientos: pequeñas delicias de la pena capital. Collages originales que integran el primer libro del artista plástico Mariano Lucano.
"La pena capital o pena de muerte es la ejecución de un prisionero como castigo por un crimen o delito. La expresión proviene del indoeuropeo caput, 'cabeza', a traves del latín capitalis. Desde la creación del código de Hammurabi (Babilonia, 1790-1750, a.C.), las diferentes legislaciones -incluidos los textos sagrados de diversas religiones- contemplan la pena capital como un hecho lícito. A lo largo de la historia estos actos fueron celebrados públicamente. (…) Desde el punto de vista legislativo, la cuestión que debería ser examinada es que, una vez aplicada, la pena de muerte resulta irreversible y, obviamente, irreparable. Al ser eliminado el protagonista, éste ya no es susceptible de ningún tipo de investigación o revisión reparadora posterior."
Mariano Lucano nació en Buenos Aires en 1968. Es diseñador gráfico (UBA, 1995) y fundador y codirectorde la Revista Barcelona. En el terreno de las artes plásticas ha realizado cursos con José Marchi, Eduardo Ferro, Carlos Garaycochea, Carlos Nine y Fernando Bedoya. Fue Jefe de Arte de las revistas La Maga y La García. Publicó sus trabajos en Visión Latinoamericana, Playboy , Trespuntos, Latido, Nueva y Abuela de Plaza de Mayo.
Ilustró libros para las editoriales Agón, Troquel, Santillana, Alfaguara , Scanpress, Norma y Aike. Diseñó la tapa del disco Pocketpop, de María Gabriela Epumer y el juego Teg la Revancha . Endiciembre de 2001 recibió el Premio Adepa (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) por sus trabajos en la revistas Nueva y La Maga.
-El montaje de grabados hace acordar a los collages surrealistas de Max Ernst.
-Sí, pero la cosa de la máquina es más dadaísta que surrealista. El surrealismo, quizás por culpa de Dalí, tiene una imagen más blanda. Y el Dadá no, es máquina y es máquina atroz. Dadá no propone cómo construir, sino destruir. Los dadaístas hacían máquinas porque pensaban que la máquina había llevado a la humanidad a la Primera Guerra Mundial.
-Y justamente en 1916, cuando la gran cantidad de bajas de la ofensiva del Somme puso a la opinión pública europea contra aquella guerra, fue que Kafka escribió y leyó en público en Munich su famoso cuento sobre una máquina de suplicio y muerte, "En la colonia penitenciaria".
¿Cómo surgió la idea del libro?
-A partir de que un amigo, Pablo Marchetti, socio en Barcelona, me regaló La pena de muerte y los derechos humanos (1987), de Daniel Sueiro, y Jorge Altamira me regaló un libro de grabados del siglo XIX. Así empecé una investigación en random, tanto de textos como de imágenes, guiada un poco por el azar objetivo surrealista. Para las imágenes halladas, me puse como requisito que debían ser sin medios tonos: grabados de punta seca (como los de Doré) o calcografías [estampa de planchas de cobre o zinc grabadas en hueco]. Busqué en revistas de época, billetes y estampillas. Después fotocopiaba, agrandaba, achicaba y ahí se iban empalmando las máquinas de matar. Durante la investigación descubrí cosas muy interesantes. Por ejemplo, Rafael Cansinos Assens escribe que cada país mata de una manera distinta. La crucifixión era de los romanos contra los judíos; la horca es inglesa; el garrote vil, español; la guillotina, francesa; la lapidación, tanto judía como árabe; habría que agregar que la silla eléctrica es estadounidense.
-A partir de que un amigo, Pablo Marchetti, socio en Barcelona, me regaló La pena de muerte y los derechos humanos (1987), de Daniel Sueiro, y Jorge Altamira me regaló un libro de grabados del siglo XIX. Así empecé una investigación en random, tanto de textos como de imágenes, guiada un poco por el azar objetivo surrealista. Para las imágenes halladas, me puse como requisito que debían ser sin medios tonos: grabados de punta seca (como los de Doré) o calcografías [estampa de planchas de cobre o zinc grabadas en hueco]. Busqué en revistas de época, billetes y estampillas. Después fotocopiaba, agrandaba, achicaba y ahí se iban empalmando las máquinas de matar. Durante la investigación descubrí cosas muy interesantes. Por ejemplo, Rafael Cansinos Assens escribe que cada país mata de una manera distinta. La crucifixión era de los romanos contra los judíos; la horca es inglesa; el garrote vil, español; la guillotina, francesa; la lapidación, tanto judía como árabe; habría que agregar que la silla eléctrica es estadounidense.
-¿Cuánto tiempo hace que venís trabajando en esta serie?
-Más de 10 años. El primer collage es de 1997; está impreso en la última página, como un sello mío. Esa fue una primera etapa. Después, otra etapa, a partir de 2003, fue publicarlos en Barcelona, acompañados de textos. Por último armé el libro como libro. Lo pensé como un juego de enciclopedia, con una clasificación y definiciones.
-El que Susana Giménez haya dicho aquella frase infame, ¿puso de moda el tema? ¿Cómo capitalizó Barcelona esta coyuntura para la difusión de tu libro?
-Barcelona se basa en las agendas de los otros medios, no de la realidad. Los gnomos y Julio López son los únicos temas en los que no coincidimos con esas agendas. Y la pena de muerte siempre está "de moda". Te recomiendo buscar en Internet la historia de Caryl Chessman, un condenado a muerte que en los años '50 escribió varios libros en la cárcel, entre ellos uno titulado La ley me quiere muerto; ¡un muy buen título!
-¿Pensás que algún día la humanidad evolucionará y la pena de muerte será definitivamente abolida, recordada como una mera barbarie del pasado?
-No creo, o al menos no creo que lleguemos a verlo nosotros. Siempre va a haber un tipo que piense que un problema se soluciona matando a otro. "El que mata tiene que morir" es pedir al Estado que mate, es pura emoción violenta. Pero se supone que la justicia es imparcial y correctiva, no punitiva; si no, es venganza.
-Más de 10 años. El primer collage es de 1997; está impreso en la última página, como un sello mío. Esa fue una primera etapa. Después, otra etapa, a partir de 2003, fue publicarlos en Barcelona, acompañados de textos. Por último armé el libro como libro. Lo pensé como un juego de enciclopedia, con una clasificación y definiciones.
-El que Susana Giménez haya dicho aquella frase infame, ¿puso de moda el tema? ¿Cómo capitalizó Barcelona esta coyuntura para la difusión de tu libro?
-Barcelona se basa en las agendas de los otros medios, no de la realidad. Los gnomos y Julio López son los únicos temas en los que no coincidimos con esas agendas. Y la pena de muerte siempre está "de moda". Te recomiendo buscar en Internet la historia de Caryl Chessman, un condenado a muerte que en los años '50 escribió varios libros en la cárcel, entre ellos uno titulado La ley me quiere muerto; ¡un muy buen título!
-¿Pensás que algún día la humanidad evolucionará y la pena de muerte será definitivamente abolida, recordada como una mera barbarie del pasado?
-No creo, o al menos no creo que lleguemos a verlo nosotros. Siempre va a haber un tipo que piense que un problema se soluciona matando a otro. "El que mata tiene que morir" es pedir al Estado que mate, es pura emoción violenta. Pero se supone que la justicia es imparcial y correctiva, no punitiva; si no, es venganza.
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