viernes, 28 de agosto de 2009

"Contexto histórico" (Daiana Lopez)


Contexto histórico en el que sucedieron los hechos de “Operación masacre”

Rodolfo Walsh nació el 9 de enero de 1927, en la localidad de Choele-Choel, en la provincia de Río Negro. Su nombre integra desde el 25 de marzo de 1977 la larga lista de desaparecidos durante la dictadura militar iniciada en 1976. A fines del año 1956 Rodolfo comenzó a investigar acerca de la masacre ocurrida la noche del 9 de junio. Lo que llamó a la motivación de éste fue la frase “hay un fusilado que vive”, palabras que escuchó en un bar jugando al ajedrez.
En 1955 se produce un levantamiento armado en la ciudad de Cordoba, su objetivo principal era derrocar al Presidente Constitucional de la República, General Juan Domingo Perón. El Presidente, le envió una nota al Ministro de Guerra, General Franklin Lucero en la que solicitaba llegar a un acuerdo con los jefes rebeldes para evitar la peor de las sangrías. Al no lograr su cometido, Perón presentó su renuncia como Presidente y al carecer de toda garantía, el 20 de septiembre embarcó rumbo a Paraguay. Asumió el gobierno el general Eduardo Lonardi. Durante su gobierno surgieron enfrentamientos en el interior de la alianza golpista. Comenzó con discursos e ideologías que no eran apoyadas ni compartidas por los grandes capitalistas que habían apoyado al golpe; tampoco contaba con el apoyo de otros jefes. En noviembre de 1955, Lonardi fue obligado a renunciar y lo reemplazó el general Pedro Aramburu. Entre 1955 y 1958 se registró un estancamiento del sector industrial. Se inhabilitaron a todos los dirigentes políticos y gremiales que hubieran participado en el gobierno de Perón y muchos de ellos fueron encarcelados.
Lo que se denominó "Revolución libertadora" pasó a ser "revolución fusiladora" dados los hechos que comenzaron a sucederse. El odio encegueció a los circunstanciales vencedores. El país perdió totalmente la seguridad social, creciendo las villas miserias. Las medidas represivas y la prohibición de mencionar los nombres de Eva y Perón provocaron la reacción de los peronistas. Muchos comenzaron a organizar comandos de resistencia, con el fin de oponerse al gobierno y lograr el retorno de su líder. Así llegamos a la noche del 9 de junio y la masacre ocurrida en José León Suárez. Aramburu e Isaac Rojas, sabían lo de la conspiración (cívico-militar) con antelación, por lo que la noche del 8 de junio de 1956 fueron apresados cientos de dirigentes gremiales para restar base social al enfrentamiento. Pudo haberla abortado pero prefirió dejarla avanzar para aplicar un severo "escarmiento". Por esta razón, el general Aramburu— quien había viajado en avión, el 8 de junio a Santa Fe— había dejado firmado el decreto de Ley Marcial, pero su promulgación se demorará para esperar el levantamiento. Los sublevados habían previsto leer la "proclama revolucionaria", a las 23 del 9 de junio. La instrucción a los insurrectos para lanzarse a la acción debía ser escuchar una pelea por radio en el Luna Park, de Buenos Aires. El propósito de los rebeldes era llamar a elecciones en la brevedad posible y exigían la preservación del patrimonio nacional pero no mencionaban nada respecto a Peron. Aunque un grupo de peronistas, individualmente, se unieron a la conspiración.
Los levantamientos fueron entre las 22 y las 24 del 9 de junio. El gobierno establece a las 0:32 del 10 de junio la Ley Marcial. Es decir, que para aplicar la Ley Marcial a los sublevados ésta debía ser aplicada con retroactividad al delito cometido, violando el principio legal de la irretroactividad de la ley penal. Pocas horas después, firman el decreto 10.363 que ordena fusilar a quienes violen la Ley Marcial. La masacre por fusilamiento estaba decidida por el gobierno de Aramburu. Horas más tarde de producen fusilamientos en los basurales de José León Súarez, la policía bonaerense, a cargo del Teniente Coronel Desiderio Fernández Súarez le ordena al jefe de la Regional San Martín, Comisario Rodolfo Rodríguez Moreno, que ejecute, con armas cortas, a 12 civiles, de los cuales siete logran huir pero cinco mueren. Uno de los sobrevivientes, Juan Carlos Livraga, será el "fusilado que vive" que permite a Walsh reconstruir la historia.
Hubo levantamientos en distintos puntos del país y todos ellos fueron detenidos por la policía y los militares, ocurriendo la muerte de 31 personas entre asesinatos y fusilamientos. Entre ellos el general Valle, lo que dio por terminada este incipiente levantamiento popular.
Rodolfo Walsh, luego de su encuentro con un sobreviviente de los fusilamientos, Juan Carlos Livraga, de José León Suárez, escribió un libro sobre esos hechos, en el cual escribiría: "Esta es la historia que escribo en caliente y de un tirón, para que no me ganen de mano, pero que después se me va arrugando día a día en un bolsillo porque la paseo por todo Buenos Aires y nadie me la quiere publicar y casi ni enterarse". En ese mismo año (1957) dio a conocer Operación Masacre, con el subtítulo "Un Proceso Que No Ha Sido Clausurado" de Ediciones Sigla, una pieza de investigación periodística precursora del "nuevo Periodismo" que posteriormente fue llevada al cine. La obra está compuesta de de tres partes y un Prólogo. La primera parte es la de “las personas”, la segunda es la de “los hechos” y la tercera es “la evidencia”. Al final de las tres partes se encuentra un capítulo llamado “apéndices” (de la primera edición, marzo de 1957).



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